El 17 de noviembre, se conmemora el «Día del Escultor y de las Artes Plásticas» en homenaje a Lola Mora, la primera Escultora Argentina. Sus obras en Rosario pueden apreciarse en el Pasaje Juramento.
Dolores Candelaria Mora Vega fue pionera de la minería nacional, inventora, investigadora, urbanista, escritora y precursora de la cinematografía y la TV y como artista fue laureada con tres premios mundiales en Francia, Australia y Rusia.
Fue la tercera de siete hijos. Después de vivir once años en El Tala, un pequeño pueblo de Salta, sus padres se mudaron con su familia a San Miguel de Tucumán para darle una mejor educación. A los siete años, la niña asistió al Colegio Sarmiento, donde se destacó.
Ya huérfana, la joven de 20 años comenzó a tomar clases con el pintor italiano Santiago Falcucci. Él la inició en la pintura, el dibujo y el retrato. Durante este período aprendería el neoclasicismo y el romanticismo italiano, que caracterizó su vida.
Además, Lola Mora participó como contratista en la obra del tendido de rieles del Ferrocarril Transandino del Norte, más conocido como Huaytiquina, por donde hoy transita el mundialmente famoso Tren a las nubes (provincia de Salta).
Como urbanista, es autora del Primer Proyecto de Subterráneo y Galería Subfluvial de nuestro país, previsto para Capital Federal; y del trazado de calles de la Ciudad de Jujuy.
Falleció en Buenos Aires, el 7 de junio de 1936. En su memoria el Congreso de la Nación Argentina instituyó por Ley 25.003/98 la fecha de su natalicio como el «Día Nacional del Escultor y las Artes Plásticas».
El nacimiento de una artista
Su arte la llevó a a relacionarse con personalidades de la sociedad tucumana de entonces y llegó a retratar al gobernador de Salta, Delfín Leguizamón, en una obra al carbón. Su trabajo resultó tan perfecto que su maestro dijo: «Era la copia de una fotografía, pero tenía todo de propio, de individual en la factura».
Lola se había transformado en una celebridad en Tucumán y para los festejos del 9 de julio de 1894 pintó una colección de veinte retratos en carbonilla de los gobernadores tucumanos, desde 1853.
En julio de 1895 viajó a Buenos Aires en busca de una beca para perfeccionar sus estudios en Europa. El 3 de octubre de 1896 el presidente José Evaristo Uriburu le concedió a una subvención mensual de cien pesos oro por dos años para que perfeccionara sus estudios de pintura en Europa.
En Roma se perfeccionó en la escultura con del maestro Guilio Monteverde, conocido por aquel entonces como “el nuevo Miguel Ángel”, quien la llevó a incursionar en el arte monumental.
Lola abandonó la pintura para convertirse puramente en una escultora. Después de cosechar éxitos artísticos en distintos países de Europa volvió a la Argentina 1900.
Desafió los cánones de una época y fue criticada
Durante ese tiempo realizó la emblemática Fuente Monumental de las Nereidas, un conjunto de divinidades de la mitología romana que asisten al nacimiento de la diosa Venus. Esta fue concebida para emplazarse en la Plaza de Mayo de la Ciudad de Buenos Aires, pero se consideró inapropiada la ubicación por la cercanía a la Catedral por lo cual se mudó a la Costanera Sur.
“No pretendo descender al terreno de la polémica; tampoco intento entrar en discusión con ese enemigo invisible y poderoso que es la maledicencia. Pero lamento profundamente que el espíritu de cierta gente, la impureza y el sensualismo hayan primado sobre el placer estético de contemplar un desnudo humano, la más maravillosa arquitectura”, sostuvo la artista.
Esculturas de Lola Mora en Rosario
En 1909 la Comisión del Centenario contrató a la escultora para realizar el Monumento Nacional a la Bandera en el marco de los festejos en conmemoración de los cien años de la Revolución de Mayo.
El proyecto fue presentado mediante una maqueta y consistía en un conjunto de 18 metros de altura en total. En el sector bajo se desplegarían escenas históricas: la bendición de la Bandera, escenas de combate y la aclamación de la Bandera por el pueblo y el ejército.
En la parte intermedia aparecía una figura femenina rompiendo las cadenas y arriba se personificaba al «Espíritu de la Patria”, una mujer con alas desplegadas que portaba la Bandera Nacional.
Firmado el contrato, la artista viajó a Italia donde comenzó a elaborar la obra. El monumento debía estar concluido para 1911, sin embargo por incumplimientos de pago se retrasó.
Las figuras escultóricas fueron arribando al puerto de Rosario con la intensión de ser trasladadas hasta el sitio de su emplazamiento definitivo (en la Plaza Belgrano) pero en 1923 la Comisión Municipal de Bellas Artes emitió una comunicación al intendente manifestando que el resultado no se correspondía con una obra de arte, sino que parecía una realización de “simples oficiales marmoleros”.
Los conflictos continuaron hasta 1925 cuando la Comisión Pro-Monumento a la Bandera solicitó la rescisión del contrato, promoviendo la realización de uno nuevo. Las esculturas del inacabado proyecto deambularon por distintos espacios públicos de Rosario hasta que a fines de la década de 1990 fueron emplazadas en el Pasaje Juramento, donde actualmente se encuentran.
Roca infiltrado en el mural de la Jura de la Independencia en Tucumán
De su vida íntima se sabe poco y abundan los rumores. Algunos dicen que fue la amante de Julio Argentino Roca, un gran amigo y mecenas.
En el relieve inaugurado en 1904 aparece el general aparece de cuerpo entero vestido con su uniforme militar entre los congresales de la independencia.
“A diferencia del anterior, esta muestra un espacio interior en el que se puede ver el mobiliario de la época. El trabajo del cortinado da cuenta de la maestría de la autora. Un dato de color lo proporciona la licencia artística que tomo Lola Mora, al dotar a una de los congresales retratados, con la figura de Julio Argentino Roca, su protector y mecenas. Tanto por las dimensiones como por la calidad de su ejecución, estas piezas de bronce constituyen ejemplos casi únicos en su género en Argentina”, comentaron desde la Municipalidad de San Miguel de Tucumán.
En nuestro país, Lola Mora esculpió obras de singular belleza
-El grupo escultórico del Monumento Nacional a la Bandera, erigido en la ciudad.
Esculturas:
La Libertad o La República
La Gloria
El Gaucho o Paisano
La Madre y el Hijo o La Maternidad
El Soldado y El Clarín o Clarín de la Patria
Belgrano y la Bandera o La Jura de la Bandera
Fray Gorriti bendiciendo la Bandera
Los Granaderos
-La Fuente de las Nereidas, en Capital Federal, Costanera Sur.
-En la provincia de Jujuy: las estatuas de La Justicia, El Progreso, La Paz y La Libertad (emplazadas alrededor de la Casa de Gobierno), El Trabajo (frente a la estación ferroviaria), y Los Leones (en Ciudad de Nieva).
–Estatua del Dr. Facundo de Zuviría (Jardines de Lola Mora, Parque San Martín, Ciudad Salta).
-Algunas de las obras fundidas en bronce para el Monumento 20 de febrero (ciudad de Salta) se realizaron en París, bajo su supervisión artística.
-También existen obras de su autoría, en las provincias de Tucumán, San Luis, San Juan, Córdoba, Mendoza, Corrientes, Buenos Aires y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
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