Las reformas borbónicas en América tuvieron consecuencias políticas, sociales y económicas de impacto negativo en las colonias que terminaron revelándose contra la Corona española.
La política borbónica en América se hizo sentir a partir de las decisiones de Carlos III de España, quien emprendió una profunda reorganización en sus posesiones ultramarinas con el objeto de ordenar y actualizar las relaciones políticas, mercantiles y militares.
Reformas borbónicas resumen
La Corona tuvo una profunda injerencia en los asuntos económicos, fijando las rutas comerciales, los puertos habilitados para el comercio y regulando el tráfico comercial. En aquel entonces Lima era único centro de distribución de todas las mercaderías llegadas de España, por lo cual los territorios más alejados, como el Río de la Plata pagaban hasta diez veces más que el valor de origen de un producto. Esto se debía a los costos de los fletes, impuestos y la intermediación.
Los más beneficiados por el sistema de monopolio fueron los comerciantes de Cádiz y Sevilla quienes, al no tener competencia, podían fijar los precios y las calidades de las mercaderías. Esto les aseguraban más ganancias en función del capital invertido; incluso en ocasiones, generaban intencionalmente, la escasez artificial de algún producto para elevar su precio.
Por tal motivo, había un gran contrabando promovido por ingleses, portugueses, holandeses y franceses. Los centros vitales de esta actividad ilícita fueron fueron el Caribe y el Río de la Plata.
Ante esta situación Carlos III buscó combinar una efectiva acción de administración local y la completa subordinación a la autoridad central. Para ello, estableció una serie de medidas.
Las reformas lograron triplicar los ingresos de la corona gracias a una mayor presión sobre las colonias para el pago de impuestos. Este aspecto de la reorganización económica fue la que generó mayor resistencia entre los criollos.
Reformas económicas
Se estableció un Reglamento de Libre Comercio que eliminó la exclusividad de puertos únicos en España y las colonias. De esta manera los puertos podían realizar un libre comercio entre ellos pero no con otros piases.
Así, esta plaza abandonó su rol de satélite de Lima para convertirse en centro de distribución comercial, pasando a controlar el tráfico mercantil marítimo. Este nuevo ordenamiento político-administrativo otorgaba a Buenos Aires el manejo de las finanzas del virreinato, que se nutrían de recursos provenientes de la actividad minera potosina.
Además, se trató de promover el desarrollo de la agricultura y la ganadería. La materia prima producida en América era enviada a España donde se fomentaba la industria y se le agregaba valor a los productos. Así se generaba una relación complementaria entre metrópoli y los pueblos de Hispanoamérica.
En el territorio de Cuba se especializaron en la caña de azúcar, en Venezuela en el cacao y en el Río de la Plata en el cuero.
Reformas políticas
Otra medida implementada para asegurar un Estado colonial fuerte fue el establecimiento de intendencias para centralizar decisiones administrativas y otorgar mayor poder a la Corona, siendo el rey quien designaba a las autoridades residentes en América.
También se crearon virreinatos para mejorar la defensa de los dominios coloniales de los españoles ante las amenazas de otras potencias europeas (como portugueses e ingleses), pero también ante criollos, mestizos, indígenas o negros disconformes con el régimen.
Lima fue hasta finales del siglo XVIII la única capital virreinal en América del Sur, pero la distancia era muy grande con zonas como Buenos Aires. Por ello se establecieron unidades políticas menos extensas para conseguir una administración más eficiente y mejor control. Ellas fueron los virreinatos de Nueva Granada y el del Río de la Plata.
No obstante, entre los criollos había un descontento por la dificultad para acceder a cargos de gobierno o administración, los cuales estaban ocupados mayormente por peninsulares.
Buenos Aires recibió hacia fines del siglo XVIII una activa corriente migratoria: en su mayoría catalanes, vascos y gallegos vinieron atraídos por el incentivo de hacer fortuna, que no tardaron en consolidar, formando una burguesía mercantil que ocupó un lugar de privilegio en la sociedad rioplatense. Aunque procedieran de las capas más humildes, al pisar tierra americana, estos españoles se consideraban con derecho de mando y jerarquía superior.
Esta burguesía fue fiel a la realeza, ya que bajo su égida prosperaron económicamente; firme en su fe católica y poco afecta a los grandes cambios. buscó prosperidad material y un mejoramiento cultural, así envió a sus hijos a las mejores universidades para seguir la carrera eclesiástica, la militar o la de leyes.
Consecuencias políticas, económicas y sociales
Aparecieron en en Buenos Aires las nuevas ideas económicas que estaban en auge en Europa. Esto se debió a la tarea de Manuel Belgrano e Hipólito Vieytes que fomentaron el estudio y la lectura de la economía política
Ellos intentaban crear una conciencia favorable a la diversificación de las actividades económicas advirtiendo sobre los peligros que corría el país si solo se dedicaba a la ganadería y descuidaba su industria, su agricultura y su comercio interno.
Además, a fines del siglo XVIII el Estado español se debilitó a causa del conflicto entre Francia e Inglaterra y las repercusiones de este en el resto del continente. Esto generó dificultades para mantener un tráfico fluido con las colonias, no pudiendo abastecerlas con productos manufacturados, por ejemplo.
Las colonias proveyeron metales preciosos que España no pudo capitalizar. Sin tener una producción manufacturera que pudiera satisfacer las necesidades metropolitanas y de las colonias, la Corona se vio obligada a depender de la compra de manufacturas en Flandes o Inglaterra.
Sin embargo, a raíz de los conflictos desatados entre Francia y Gran Bretaña, con bloqueos y contrabloqueos, quedaron interrumpidas definitivamente las comunicaciones entre España y sus territorios en América.
La situación fue dificultándose cada vez más hasta que Napoleón Bonaparte decidió atacar a Portugal (aliado de los ingleses) para lo cual fue necesario atravesar territorio español. Esto fue interpretado por la población como una invasión y se produjeron levantamientos populares que denunciaban complicidad del rey Carlos IV con los franceses. Como consecuencia el estadista lo obligó a renunciar y designó como nueva autoridad a su hermano José Bonaparte.
Invasiones inglesas
En junio de 1806 Buenos Aires fue invadida por una escuadra inglesa, al mando del General William Carr Beresford. El virrey Sobremonte se escapó de la ciudad rumbo a Córdoba dejando que los invasores se apropiaran del tesoro del virreinato.
La primera medida de los ingleses, que quedaron al mando del territorio, fue decretar el libre comercio, de imprenta y religiosa. Sin embargo, Buenos Aires se resistió. Santiago de Liniers y Juan Martín de Pueyrredón formaron tropas que lograron derrotar a los británicos el 12 de agosto de ese mismo año.
Ante la ausencia del Virrey Sobremonte un Cabildo Abierto nombró a Liniers jefe militar de la ciudad. Los habitantes de la capital formaron el cuerpo de Patricios; los del interior el de Arribeños; los indios y esclavos el de Pardos y Morenos.
Por su parte los españoles formaron las milicias de Gallegos, Catalanes, Cántabros, Montañeses y Andaluces.
Entre los jefes electos se destacaban algunos jóvenes criollos: Manuel Belgrano, Cornelio Saavedra, Hipólito Vieytes, Domingo French y Antonio Beruti.
La precaución de los habitantes del virreinato del Río de la Plata no estaba infundada puesto que un año más tarde los ingleses intentaron una segunda invasión.
Pero las milicias estaban alertas y los vecinos se habían organizado para defender las tierras. Allí se produjo la famosa escena en la que desde los balcones y terrazas dispararon a las tropas y les arrojaron piedras, agua y aceite hirviendo.
Luego de lo sucedido Baltasar Hidalgo de Cisneros fue nombrado virrey del Río de la Plata. Desde el primer momento notó que su tarea seria difícil siendo este un virreinato desmembrado.
Impacto de la reforma y los problemas en España
El virrey Cisneros del Río de la Plata trató de esconder las noticias llegadas desde España, que daban cuenta del avance de Napoleón primero y luego de la vacancia de la monarquía española, pero de igual manera llegaron a oídos de la población.
Esta fue la ocasión para que las contradicciones se agudizaran y se abriera un espacio para hacer públicas las posiciones de los diferentes grupos. Cisneros trató de aquietar los ánimos y lanzó una proclama el 18 de mayo de 1810. En ella explicaba la situación por la que atravesaba la metrópoli y solicitaba prudencia.
De todas maneras se exigió la reunión de un Cabildo abierto que sesionó el 22 de mayo y del que participaron los vecinos de Buenos Aires dando lugar a la Revolución del 25 de mayo.
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