José de San Martín es de los próceres argentinos más importantes y uno de los baluartes de la independencia del país y parte de Latinoamérica.
El 17 de agosto de 1850 falleció José Francisco de San Martín Matorras, una de las figuras más relevantes de la historia. Su actuación en el primer tercio del siglo XIX durante las luchas por la independencia en América del Sur lo transformó en una referencia mundial de los procesos de descolonización.
Pero a pesar de su importancia y legado, vivió pocos años en en territorio argentino ya que a los cinco años partió con su familia hacia Cádiz y estuvo 20 años de servicio en el ejército español. Pero su ideales lo hicieron volver tras la Revolución de Mayo para lograr la libertad. Así, abandonó todo para viajar a las colonias, dejando detrás una carrera militar importante, amigos y familiares para luchar contra el país que defendió toda su vida.
En su mausoleo en la ciudad de Buenos Aires puede leerse “Triunfó en San Lorenzo, afirmó la independencia argentina, pasó los Andes, llevó su bandera emancipadora a Chile, al Perú y al Ecuador”.
Tras pelear en España contra las tropas napoleónicas, regresó a su patria en 1812. Tuvo su primera victoria a favor de la causa de la independencia de América en el combate de San Lorenzo, al frente de los Granaderos a Caballo. Más tarde, como parte de su estrategia de liberar Chile y Perú del dominio español, asumió la gobernación de Cuyo y organizó el Ejército de los Andes. Tras cruzar la cordillera, obtuvo las victorias de Chacabuco, en 1817, y de Maipú, en 1818, que aseguraron la independencia de Chile. En julio de 1821 entró en Lima, Perú, y el 28 de ese mes declaraba la independencia de ese país. Entre los días 26 y 27 de julio de 1822 tuvo lugar la famosa entrevista de Guayaquil, en Ecuador, entre los generales José de San Martín y Simón Bolívar.
José de San Martin biografia
¿Cuándo y dónde nació San Martín?
José de San Martín nació el 25 de febrero de 1778 en el pueblo de Nuestra Señora de los Tres Reyes Magos de Yapeyú, situado en la costa del río Uruguay, en la provincia de Corrientes.
La familia de San Martín
Su padre fue don Juan de San Martín y Gómez que había nacido en la Villa de Cervatos de la Cueza, en Castilla la Vieja, y era capitán del ejército español. Su madre, doña Gregoria Matorras vivía en Paredes de Nava y era prima hermana del gobernador y capitán general del Tucumán. Ella llegó al país en 1767 y contrajo matrimonio en 1767 en la catedral de Buenos Aires, pero don Juan no pudo estar presente y fue representado por el capitán de dragones Juan Francisco de Somalo.
La pareja tuvo cinco hijos: María Elena, Manuel Tadeo, Juan Fermín Rafael, Justo Rufino y José Francisco de San Martín, el menor de la familia.
¿Porqué se trasladan a España?
En diciembre de 1783, Juan de San Martín obtuvo la autorización para regresar a España. La familia se instaló en primera instancia en Madrid y luego fueron a Málaga donde José de San Martín realizó sus estudios primarios hasta el 15 de julio de 1789 que fue aceptado como cadete en el Regimiento de Infantería de Murcia.
El día anterior la airada población de París se había lanzado al asalto de la prisión de la Bastilla, una antigua fortaleza que se había convertido en símbolo del despotismo real, haciendo estallar la Revolución Francesa.
Primeras batallas en las que participó San Martín
A poco de ingresar al regimiento participó de numerosos combates en España y en el Norte de África. Entre 1791 y 1795 durante la guerra con Francia, San Martín se destacó en muchos combates como los de Orán, Pirineos y Rosellón.
En 1797, a bordo de la fragata Santa Dorotea , el joven aprendió sobre las artes del combate naval enfrentando a la temida flota inglesa a cargo del célebre Almirante Nelson.
Un año más tarde, mientras regía una alianza entre España y Francia, conoció personalmente a Napoleón Bonaparte en el puerto francés de Tolón al ser enviado en representación de La Dorotea. Se dice que este encuentro con el emperador influyó en la admiración que profesó siempre al corso como gran estratega.
En 1802 se desempeñó con determinación y valentía contra los portugueses en un breve conflicto bélico que enfrentó al país luso con contra España y Francia en la denominada Guerra de las Naranjas.
En junio de 1808, a los 27 años y tras su intrépido desempeño contra las tropas francesas del General Dupont en la batalla de Arjonilla (en Andalucía), fue ascendido a capitán.
Batalla de Bailén
Un mes más tarde se produjo la batalla de Bailén, una ciudad andaluza ubicada a 250 kilómetros de Madrid, en lo que se llamó la guerra de Independencia de España. El combate duró nueve horas y participaron cuarenta mil hombres entre los cuales descolló San Martín. Fue ascendido a teniente coronel y condecorado con la medalla de oro por su heroica actuación.
Esta fue la primera derrota en campo abierto de un ejército napoleónico y significó una advertencia a los franceses sobre la resistencia española que encontraría si continuaba su avance en la península ibérica.
El regreso a las colonias
Un año después de producida la Revolución de Mayo, San Martín pidió su retiro del ejército español para luchar por la libertad de su patria.
Como no podía viajar directamente a Argentina, con quien el país se encontraba en conflicto, se embarcó hacia Londres el 14 de septiembre de 1811. Estuvo allí cuatro meses, donde entró en contacto con grupos revolucionarios como la Gran Hermandad Americana. La logia había sido fundada por Francisco de Miranda, un patriota venezolano que buscaba liberar a América con la ayuda financiera de los ingleses.
También se relacionó con políticos vinculados al gobierno británico, como James Duff y Sir Charles Stuart, quienes lo pusieron en conocimiento del plan Maitland para capturar Buenos Aires y Chile y luego emancipar Perú y Quito.
Finalmente, en enero de 1812 San Martín se embarcó en la fragata inglesa George Canning rumbo a Buenos Aires. A su llegada gobernaba el Primer Triunvirato integrado por Feliciano Chiclana, Manuel de Sarratea y Juan José Paso, cuyo secretario de gobierno era Bernardino Rivadavia.
Regimiento a su mando
El órgano ejecutivo que gobernaba las Provincias Unidas del Río de la Plata le respetaron su grado militar de teniente coronel y le encargaron la creación de un regimiento para custodiar las costas del Paraná frente al peligro de los ataques de los españoles provenientes de Montevideo.
Ese regimiento recibió el nombre de Granaderos a Caballo y tuvo un entrenamiento militar de excelencia, basándose en las tácticas y las estrategias de la resistencia española a los ejércitos napoleónicos.
Pero San Martín al conocer el temor del Triunvirato a enemistarse con Gran Bretaña (aliada de España) entró en contacto con los grupos opositores al Triunvirato, encabezados por la Sociedad Patriótica, fundada por Bernardo de Monteagudo. Luego, creó junto a Carlos de Alvear la Logia Lautaro, una sociedad secreta cuyos objetivos primordiales eran obtener la Independencia y la Constitución Republicana.
Se decidieron a actuar el 8 octubre de 1812 cuando marcharon con sus tropas, incluidos los granaderos, hacia la actual plaza de Mayo, conocida entonces como plaza de la Victoria.
Allí exigieron la renuncia de los triunviros, porque, tal como expresó San Martín: “No siempre están las tropas para sostener gobiernos tiránicos”. Con esta acción lograron que fuera designado un segundo Triunvirato allegado a la Logia y a la Sociedad Patriótica, que fue integrado por Juan José Paso, Nicolás Rodríguez Peña y Antonio Álvarez Jonte.
Bautismo de fuego del regimiento de Granaderos a Caballo de San Martín
El primer y único combate que libró el libertador en territorio argentino fue el de San Lorenzo para defender las costas del Paraná que eran atacadas por los españoles que robaban ganado y atacaban los poblados. El ejército realista buscaba por esta vía aliviar el bloqueo al puerto de Montevideo que se encontraba sitiado por Rondeau.
El combate duró 15 minutos pero dio inicio a la marcha del correntino enarbolando la bandera de la independencia. San Martín dará testimonio de este hecho en una carta dirigida a la Asamblea en la que afirma que “no puedo prescindir de recomendar particularmente a la familia del granadero Juan Bautista Cabral natural de Corrientes, que atravesado el cuerpo por dos heridas no se le oyeron otros ayes que los de viva la patria, muero contento por haber batido a los enemigos”.
Cruce de los Andes
Luego, en 1814 se le encomendó el mando del ejército del Norte relevando a Manuel Belgrano. Por ese entonces Chile ya no se encontraba en poder de los patriotas, sino que había sido recuperada por los realistas. Además, en el Alto Perú tenían posiciones consolidadas.
Frente a esta situación San Martín tomó una decisión que cambió el rumbo de los acontecimientos en las Provincias Unidas. Su estrategia militar fue la de sorprender al ejército español lanzando una ofensiva, ya no desde el Alto Perú, sino desde Chile, para llegar por mar a Lima, el centro del poder del Virreinato.
En este sentido trazó tácticas de distracción, como la de dividir sus tropas en seis frentes, dos de los cuales ingresaron a Santiago de Chile por el norte, otros dos por el centro (por donde ingresó San Martín) y dos por el sur (por donde los realistas creían que llegaría el ejército).
Descarga la carta que San Martín escribió a Rodríguez Peña anticipándole el plan de ataque.
Desde 1815 San Martín organizó en Mendoza el Ejército de los Andes, al tiempo que presionaba al Congreso de Tucumán para que declarara la independencia como corolario del proceso político iniciado en mayo de 1810.
Partieron de Mendoza el 12 de enero de 1817 5.400 hombres que atravesaron las montañas más altas de América con una temperatura de 30 grados durante el día y de 10 bajo cero por la noche. Durante varios tramos del viaje San Martín debió ser trasladado en camilla debido a los dolores sufridos a causa de su úlcera estomacal.
Llegaron a Chile el 5 de febrero y siete días más tarde las fuerzas patriotas derrotaron a los españoles en la cuesta de Chacabuco, victoria que aseguró la independencia de ese territorio que sería consolidada un año después, el 5 de abril de 1818, tras el definitivo triunfo de Maipú.
La excelencia táctica militar aplicada por San Martín permitió que las tropas patriotas sólo sufrieran 12 muertos y hubiera 120 heridos, mientras que las bajas de soldados al servicio de España llegaron a 500 muertos y 600 prisioneros.
¿Quién liberó a Perú: Bolívar o San Martín?
Tras el triunfo en Chile, San Martín retornó a Buenos Aires buscando fondos para una expedición al Perú, que era el último tramo del plan trazado en 1814 y un punto crucial para acabar con el dominio español.
Sin embargo, consiguió solo una parte de lo que necesitaba. El gobierno de turno enfrentaba disputas internas con las provincias del Litoral y requirió al militar que pusiera a disposición del poder central el Ejército de los Andes.
No obstante San Martín se negó a derramar sangre de sus compatriotas y retornó a Chile sembrando un conflicto que le estallaría tiempo después. En 1820 el libertador se dispuso avanzar hacia Perú con su mando legitimado por las tropas pero ya sin el respaldo de Buenos Aires.
Estrategia utilizada en Perú
La expedición formada por 24 buques y conducía a unos 4.800 soldados partió el 20 de agosto desde el puerto de Valparaíso. El 12 de septiembre la flota fondeó frente al puerto peruano de Pisco donde el ejército se proveyó de víveres y aumentó sus efectivos con los pobladores locales que se sumaron voluntariamente.
Una división al mando del general Arenales se dirigió hacia el interior del Perú con el objetivo de sublevar a la población y obtuvo la importante victoria de Pasco el 6 de diciembre. San Martín, en cambio, ordenó bloquear el puerto Lima, viéndose acosado por todos los flancos el virrey De la Serna, por lo cual debió rendirse el 10 de julio de 1821.
El 28 de julio de 1821 San Martín declaró la independencia del Perú y le fue otorgado el título de Protector del Perú, con plena autoridad civil y militar. Con este poder abolió la esclavitud y los servicios personales, creó escuelas y la biblioteca pública de Lima y garantizó la libertad de imprenta y de culto. Pese a enfrentar un creciente descontento de la población enfrentar graves dificultades financieras, pudo controlar la situación y lograr la rendición de los realistas del Sur y del Centro del Perú.
¿Por qué San Martín abandona el Perú?
En julio de 1822 se realizó la famosa entrevista de Guayaquil, en Ecuador entre San Martín que llegaba liberando territorios desde el sur y Bolívar desde el norte. Entre ambos había diferencias políticas y militares.
Respecto a quién conduciría el nuevo ejército libertador que resultaría de la unión de las tropas comandadas por ambos, el correntino propuso que lo dirigiera Bolívar, pero éste dijo que nunca podría tener a un general de su calidad y capacidad como subordinado.
Como Bernardino Rivadavia, el hombre fuerte de Buenos Aires y viejo enemigo, había retirado el apoyo para terminar su gloriosa campaña libertadora, el general argentino tuvo que tomar entonces la drástica decisión de retirarse de todos sus cargos, dejarle sus tropas a Bolívar y regresar a su país.
Luego del encuentro, San Martín regresó a Lima y renunció a su cargo de Protector del Perú en estos términos:
“Presencié la declaración de la independencia de los Estados de Chile y el Perú: existe en mi poder el estandarte que trajo Pizarro para esclavizar el imperio de los Incas, y he dejado de ser hombre público; he aquí recompensados con usura diez años de revolución y guerra.
Mis promesas para con los pueblos en que he hecho la guerra están cumplidas: hacer su independencia y dejar a su voluntad la elección de sus gobiernos; por otra parte, ya estoy aburrido de oír decir que quiero hacerme soberano. Sin embargo siempre estaré pronto a hacer el último sacrificio por la libertad del país, pero en clase de simple particular y no más”
¿Por qué se va San Martín de su patria?
Partió rumbo a Chile, donde permaneció hasta enero de 1823, cuando viajó a Mendoza. Desde allí pidió autorización para dirigirse a Buenos Aires para acompañar a su esposa Remedios de Escalada que se encontraba gravemente enferma.
Pero San Martín había producido un efecto negativo entre la clase dirigente porteña por negarse a participar en la represión interna y esto generó que Rivadavia le negara el permiso argumentando que no estaban dadas las condiciones de seguridad para que entrase a la ciudad.
En realidad, lo que se temía era que el general se pusiese en contacto con los federales del Litoral y generara un vuelco en la política local. Pese a que el gobernador de Santa Fe, Estanislao López, le había enviado una carta advirtiéndole que el gobierno de Buenos Aires esperaba su llegada para someterlo a un juicio por haber desobedecido las órdenes de reprimir a los federales, el libertador decidió viajar igualmente.
Lamentablemente al llegar su esposa ya había muerto. En el Cementerio del Norte hizo colocar una lápida de mármol en la que grabó su frase imperecedera:
“Aquí descansa Remedios de Escalada, esposa y amiga del general San Martín”.
Difamado y amenazado por el gobierno unitario decidió abandonar el país rumbo a Europa junto a su pequeña hija Mercedes. Atravesaba una difícil situación económica debido a que del gobierno argentino no podía esperar nada y a que Perú y Chile no le abonaban con regularidad los sueldos que le correspondían como general retirado.
Vivió de la renta de una casa en Buenos Aires y de la ayuda de algunos amigos. Para ese entonces estaba muy enfermo, con úlceras, asma y reuma y estando casi ciego. En 1831 se radicó en un campo en un suburbio de París y en 1848 se mudó a Boulogne Sur Mer, donde falleció dos años más tarde.
Dónde se encuentran los restos de San Martín
Los restos del general José de San Martín descansan desde 1880 en la Capilla Nuestra Señora de la Paz, ubicada en la Catedral Metropolitana. El monumento está hecho en mármol rosado, con la base y lápida rojas y el sarcófago de color negro.
Además, se encuentra rodeado de tres esculturas femeninas, que representan a cada uno de los países que éste liberó: Argentina, Chile y Perú. Junto a él se hallan las urnas con los restos de los generales Juan Gregorio Las Heras y Tomás Guido y los del Soldado Desconocido de la Independencia.
Cada mañana puede verse siete granaderos marchar desde la Casa de Gobierno a la catedral. Donde dos de ellos se quedan montando guardia a la entrada del mausoleo. Cada dos horas regresan al lugar los otros cinco y se realiza un cambio de guardia. Esto se repite hasta el final del día en que todos juntos regresan a la Casa Rosada.
Esta ceremonia tiene su origen en lo ocurrido el 28 de mayo de 1880, cuando llegaron al puerto de Buenos Aires los restos del general. Los últimos siete soldados de su ejército que aun vivían fueron a caballo a recibir a su jefe. Sin que nadie se lo pidiera lo acompañaron hasta su tumba y se quedaron en guardia durante la noche entera.
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