Vanesa Galdeano y Analí Chanquia son Medianeras y recorren el mundo con el arte urbano. Para la pareja “está todo por pintarse”.
Escrito por Barbara Blati
Licenciada en Periodismo especializada en arte
Las artistas juegan con los opuestos. Imágenes abstractas y figurativas conviven en perfecta armonía en un mismo espacio con un impacto cromático intenso. Medianeras nació de la necesidad de expresarse en el espacio público y las calles de Rosario se llenaron con su obra, pero el mundo también es testigo de sus trazos.
El proyecto se creó en 2013 y desde entonces han trabajado juntas. “No somos muchos y nos íbamos a terminar conociendo si o si las dos”, dijo Galdeano en diálogo con Disfruta Rosario. “Yo tenía un proyecto que se llamaba Musivaria, que era un taller de mosaico y de intervención en espacios públicos y Analí tenía un proyecto cuando se recibió en Bellas Artes que era armar un stencil de Artista busca pared y ponerlo en cada mural que iba pintando, entonces se generó una interacción con los vecinos que le ofrecían sus paredes”, recordó.
“Para una de las intervenciones que hice, en Corrientes y San Luis, llamé a varios artistas y la conocí. De ahí en más seguimos trabajando siempre juntas. Empezamos una relación, nos casamos y estamos en una búsqueda permanente de crecimiento, hacer experiencia en otros lugares nos va enriqueciendo mucho más”, planteó.
Representantes del muralismo
Galdeano es arquitecta y Chanquia es licenciadas en Bellas Artes, lo que les permite asumir desafíos tan grandes como las dimensiones de las paredes que intervienen. Para esta última: “Mientras más grande es la pared mayor es el desafío y el impacto”.
Sin embargo, es necesario dominar la técnica para no quedarse a medio camino.“Depende el caso hay diferentes métodos, es una cuestión de práctica. Cada situación es diferente y nos viene mejor una u otra, desde la básica con cuadrículas o proyectando y si la dimensión es pequeña se puede hacer a mano. Si la pared es de ladrillo o tiene una ventana te guiás con eso, tratando de saber en qué lugar estás de la pared cuando estás tan cerca”, sostuvo Galdeano.
En relación a la producción como dupla artística, explicó que en principio buscaron “trabajar la fusión de ambas”. “A simple vista hay muchos tintes en contraposición con el blanco y negro y la mezcla de figuración y abstracción, siempre estamos jugando con dos cosas opuestas. Tiene que ver con la unión de las dos. Medianeras es eso, una pared que se comparte entre dos vecinos, por eso nos gustó la palabra a diferencia del muro que separa. Esa unión creo que se lee en la obra”, señaló.
Recorrer el mundo con el muralismo
La pareja considera fundamental el hecho de trasladarse, recorrer ciudades y realizar obras que se inscriban en el contexto urbano con su mirada contemporánea. Juntas han trabajado en diferentes ciudades como Río de Janeiro (Brasil), Hollbox, (México), Londres, Wiesbaden (Alemania), Covilha (Portugal), Salamanca (España), Madrid (España), Lisboa (Portugal), Rosario (Argentina), Buenos Aires, Bangkok (Tailandia), Viena (Austria), Fanzara (España), Chemnitz (Alemania), Fortaleza (Brasil), Florianópolis (Brasil), Barcelona (España).
Cada país recorrido les propuso diferentes experiencias y la oportunidad de trabajar con diferentes técnicas. “Ahora estamos trabajando con la anamorfosis”, planteó. Se trata de una búsqueda sobre qué es el arte y “la elaboración no termina nunca, sigue creciendo”.
Un proyecto que no deja de crecer
“El estilo va cambiando a medida que va pasando el tiempo porque uno se va poniendo nuevos desafíos en relación al espacio, el tamaño de las paredes, las texturas y los viajes. Cada ciudad al ser diferente y al ver los artistas como trabajan te va nutriendo y va cambiando la obra”, dijo.
En este sentido ambas artistas destacan la obra realizada en Vancouver. “Participamos de un festival de arte urbano en Canadá y ellos nos mandaron una foto con la pared principal que es donde está la cara. Proyectamos esa idea pero cuando llegamos nos encontramos con que tenía un bloque de cemento delante, que es una caja de gas, entonces en el lugar decidimos que podíamos intervenir la caja, que también fue una idea de los vecinos cuando estábamos pintando el mural”, contó Chanquia.
De esta manera se valieron del efecto perspectivo para hacer que el observador recorriera la obra y descubriera la ilusión óptica. “Intervenir espacios genera algo más. Tenemos en cuenta dónde vamos a pintar y cómo se va a mirar, eso altera la obra y lo tenemos en cuenta para proyectarla”, analizó.
Respecto a la ciudad, donde se ha empezado a cobrar protagonismo el arte en la calle, Galdeano consideró: “Rosario está arrancando, se están haciendo nuevos festivales, en barrio Triángulo hicimos el primer mural vertical a gran escala que está en Roullón y Segui. Cada vez veo mas chicos que pintan y hay gente que viene pintando hace un montón de tiempo. Hay paredes a lo loco, está todo por pintarse”.
Por Bárbara Blati