El primer viaje de Cristóbal Colón bajo las órdenes de la corona española en el siglo XV tuvo como resultado lo que se considera el descubrimiento de América. La posterior conquista y ampliación del territorio colonial generó cambios trascendentales en la historia.
El término «descubrimiento de América» ha despertado controversias a lo largo de los años por considerarse una mirada europea de lo acontecido. Por ello, se han utilizado otros términos como Día de la Raza o Día de la Diversidad Cultural. Cualquiera sea la expresión, lo innegable es que se produjo un choque cultural, en muchos casos violento, que generó cambios en los pueblos nativos. Este proceso se conoce como aculturación. El resultado final fue la imposición de los rasgos principales de la cultura vencedora.
Descubrimiento de América causas y consecuencias
El viaje
¿Quién envió a Cristóbal Colón? ¿Cuál fue el motivo del descubrimiento de América? ¿Por qué Colón quería ir a la India?
El viaje de Cristóbal Colón a América se sustentó en la necesidad de los reyes católicos de encontrar otra ruta comercial hacia la India. No obstante, el genovés debió esperar varios años para que aceptaran su propuesta de navegación.
La primera vez que se presentó ante Fernando de Aragón e Isabel de Castilla, no era un momento oportuno para la corona española, que se encontraba empeñada en una lucha contra los moros. Recién el 17 de abril de 1492 se firmaron las capitulaciones de Santa Fe donde se exponían los términos de la expedición.
El navegante genovés partió de Europa el 3 de agosto al frente de tres naves, la Santa María, la Pinta y la Niña, las cuales iban cargadas de provisiones y marineros. Tras 70 días de navegación, llenos de zozobra, el 12 de octubre avistaron tierra, creyendo que era la India. Varios años más tarde, Américo Vespucio señalaría que se trataba de otro continente.
¿Cómo y por qué llegó Cristóbal Colón a América? ¿Cuánto duró el viaje?
Basándose en diversos autores, el genovés creía que Asia era mucho más extensa de lo que es en realidad. Erraba en la magnitud de la milla náutica y suponía que Japón estaba a 2.400 millas de las Canarias, cuando de hecho son 10.600.
Durante los 70 días de navegación, se debieron reprimir revueltas por el agotamiento y la incertidumbre de no avistar tierra y sentirse a la deriva en un mar desconocido.
Ocho meses después de la partida de Colón desde el puerto de Palos el 3 de agosto de 1492, llegó a la corte castellana la noticia de su retorno. Desde Lisboa, donde había recalado su navío, en marzo de 1493, el genovés enviaba una carta en la que anunciaba su gesta. Expresó que había completado su viaje, atravesando el océano hasta llegar a las costas de Asia, la misma zona que Marco Polo había recorrido dos siglos atrás.
¿Qué pasó con la Niña la Pinta y la Santa María? ¿Qué carabela no volvió?
La primera expedición de Cristóbal Colón fue realizada en tres embarcaciones: la Santa María, la Pinta y la Niña.
La Santa María era la más grande. Tenía 36 metros de eslora y tres mástiles, con gran capacidad de carga. Según el cuaderno de bitácora del genovés, fondeó en un arrecife en Cabo Haitiano (Haití), en la Nochebuena de 1492. Su casco fue desmantelado y empleado para construir el fuerte de La Navidad.
La Pinta fue construida en los astilleros de Palos. Era la más rápida de las tres y desde la cual Rodrigo de Triana avistó tierra por primera vez el 12 de octubre de 1492.
Fue, además, la primera en llegar a Europa con la noticia de la apertura de una nueva ruta hacia las Indias. El 1 de marzo de 1493 atracó en el puerto de Baiona (Pontevedra) bajo el mando de Martín Alonso Pinzón con los objetos y productos hallados durante la expedición.
La Niña (en realidad se llamaba La Santa Clara), habría recibido el nombre de su propietario, Juan Niño. Fue utilizada por Cristóbal Colón para su regreso a Palos en marzo de 1493.
Los pueblos de América antes de la conquista
Las sociedades aborígenes se encontraban gobernadas por estados teocráticos, cuya autoridad residía en los sacerdotes y jefes, considerados dioses.
Las ciudades se organizaban alrededor de templos o centros ceremoniales. Estos eran edificios con funciones religiosas pero también económicas, dado que almacenaban y distribuían los productos tributados por los campesinos.
Los presagios de la derrota indígena
Los aztecas y los incas tenían profecías (aunque solo ha quedado testimonio escrito de los primeros) sobre el retorno del Dios Quetzalcoátl al final del reinado de Moctezuma bajo la forma de un hombre blanco.
Las consecuencias de la conquista
La invasión europea generó un gran impacto en los pueblos aborígenes. Se vieron afectadas su cultura, economía, creencias religiosas, visión del mundo y la vida cotidiana. La violencia de los conquistadores, las nuevas condiciones de vida y trabajo, las hambrunas y las enfermedades transmitidas por los españoles generaron un derrumbe demográfico.
Además, para los indígenas, la derrota ante los españoles tuvo un carácter religioso y cósmico. Sintieron que su Dios los había abandonado.
Los primeros asentamientos españoles tras el descubrimiento de América
¿Cuál fue el primer lugar al que llegó Colón en su viaje a América y qué encontró?
Los primeros asentamientos españoles se ubicaron en las islas Antillas. Aquí consiguieron perlas, azúcar y poca cantidad de oro (pepitas arrastradas por el curso del río desde algún yacimiento superficial y poco abundante), lo cual los obligó a realizar nuevas expediciones. Salieron desde el territorio conocido en la actualidad como Santo Domingo, al que Colón llamó La Española, y Haití para ocupar las islas adyacentes y el continente.
A partir de ese momento, La Española perdió importancia y Santiago de Cuba se transformó en el centro de operaciones coloniales españolas. Nueve años más tarde, partió desde este lugar Hernán Cortés buscando tierra firme. Una de las primeras tribus con las que entraron en contacto fue la de los tlaxcaltecas, un pueblo sometido por los aztecas que luego ayudó a los conquistadores por venganza.
La llegada a Tenochtutlán (la capital azteca) fue pacífica, puesto que los aborígenes creyeron que podían ser enviados del dios Quetzalcoátl, pero no pasó mucho tiempo hasta que Cortés tomó a Moctezuma como prisionero y se produjo una matanza de numerosos miembros de la nobleza azteca. Esto generó la sublevación del pueblo y solo unos pocos españoles lograron sobrevivir.
No obstante, las tropas europeas se reorganizaron y con el apoyo de los tlaxcaltecas vencieron a los aztecas. Por esto, el rey Carlos V recompensó a Cortés con tierras y riquezas.
A partir de este momento, México se convirtió en uno de los centros del imperio español en América, junto con Lima que años más tarde fue anexada al territorio colonial gracias a Francisco Pizarro.
La conquista de Perú
En noviembre de 1532 Francisco Pizarro llegó a las tierras incas de Cajamarca. Allí gobernaba el emperador Atahualpa, quien mantenía una disputa por el trono con su hermano. Esta división, permitió al español tomar ventaja. Convenció al jefe indígena de parlamentar y lo tomó prisionero. Por este motivo, gran cantidad de soldados se dejaron matar sin defenderse.
Más tarde, una alianza con grupos incas le permitió ingresar a Cuzco, la capital del imperio, donde reconocieron como emperador a un miembro de la nobleza inca, obteniendo el apoyo necesario para poder asentarse en la región sin resistencia.
Tres años más tarde, Pizarro fundó Lima, la cual se ubicaba en una zona estratégica: cerca de la costa, aseguraba las comunicaciones con otras ciudades españolas. En Perú los españoles encontraron el tan ansiado oro, convirtiéndose en una de las zonas más importantes de América.
En 1544, las sublevaciones indígenas y la lucha entre los mismos españoles obligó a la corona a intervenir, creando el Virreinato del Perú.
El desembarco en el Río de la Plata
Ante las versiones que circulaban sobre la existencia de una sierra de la plata, la Corona española envió expediciones hacia una región distante de los imperios Inca y Azteca. Además, esto le proporcionaría la posibilidad de dominar territorios cercanos a los dominios portugueses. Así fue que Pedro de Mendoza inició la travesía, llegando en 1536 a la actual ciudad de Buenos Aires pero la hostilidad de los cazadores y la falta de alimentos y metales preciosos hicieron que el contingente español siguiera viaje.
Juan de Ayolas y Domingo de Irala continuaron la búsqueda hacia el norte y en 1537 llegaron a territorio guaraní, donde hallaron abundancia de alimentos y fueron bien recibidos por los aborígenes. Allí fundaron Asunción, que se convirtió en una base de operaciones.
Tiempo después, Irala llegó al yacimiento de plata de las sierras del Potosí, pero estas ya habían sido descubiertas por hombres de Pizarro, enviados desde el Perú.
La situación de aislamiento en Asunción hacía difícil la vida. Las provisiones que llegaban desde España pasaban de Panamá a Lima y luego eran trasladadas al actual territorio paraguayo. Por este motivo, Juan de Garay solicitó al rey la «abrir puertas a la tierra», estableciendo una ruta por el Atlántico.
En 1573 Garay fundo la ciudad de Santa Fe, a mitad de camino entre Asunción y el Río de la Plata, donde tenían salida al mar.
En 1580, se fundó por segunda vez Buenos Aires, esta vez con el nombre de Ciudad de la Trinidad y Puerto de Santa María de los Buenos Aires. Esta adquirió con el tiempo cada vez mayor importancia hasta llegar a convertirse en rival de Lima.
El reparto de América
El tratado de Tordesillas y el reparto del Nuevo Mundo
Tras la llegada de Cristóbal Colón a América, España y Portugal iniciaron la ocupación de zonas del continente según el reparto acordado en el Tratado de Tordesillas. Fue firmado el 7 de junio de 1494 en la localidad homónima.
Ambos reinos habían zanjado la guerra de sucesión en Castilla mediante el Tratado de Alcáçovas en 1479, pero la paz estuvo a punto de truncarse cuando Colón atracó en Lisboa de regreso de su primer viaje en marzo de 1493.
Juan II reclamó las tierras descubiertas como suyas, exponiendo que se había navegado al sur de las islas Canarias y, según lo acordado en Alcáçovas, ese territorio estaba bajo su dominio. Por su parte, los reyes católicos, sostuvieron que el viaje se había realizado hacia el oeste.
Como en esa época no se podía precisar la latitud en la que se encontraban las islas del Caribe, se apeló al Papa Alejandro VI, de la familia Borja, quien tomó partido por los españoles
En cuatro sucesivas bulas, entre mayo y septiembre de 1493, determinó que todo lo descubierto a 100 leguas al oeste de Cabo Verde pertenecía a la corona de Castilla. Disconforme con esto, Juan II decidió negociar un acuerdo, cuyos términos se discutieron y aprobaron en Tordesillas.
Los portugueses aceptaron la división mediante el meridiano, como establecía la bula papal, pero corrieron la línea hasta 370 leguas al oeste de Cabo Verde, asegurándose la navegación hacia el sur de África.
A partir del siglo XVII, los ingleses, franceses y holandeses comenzaron a disputar con España y Portugal el dominio colonial de América.
¿Quién le dio el nombre a América y por qué?
¿Quién llegó primero a América Cristóbal Colón o Américo Vespucio?
Si bien Cristóbal Colón llegó por primera vez al continente, Américo Vespucio fue quien primero dijo que el actual Brasil no era parte de Asia, sino un Nuevo Mundo (Mundus Novus).
“Supimos que esa tierra era un continente y no una isla porque se extiende lejos como una costa muy larga y recta y porque está repleta de infinitos habitantes”, habría escrito en una misiva el 7 de agosto de 1501.
Fueron muchos los relatos escritos por Vespucio en relación a sus viajes. Estos llegaron al Gymnasium Vosagense, una institución académica religiosa en Saint-Dié-des-Vosges (Francia), entrando en contacto con un geógrafo que publicó en 1507 una Cosmographiae Introductio junto con un mapa del mundo firmado por Waldseemüller y la traducción de la Carta a Soderini que habría escrito Vespucio, asignando ambas el nombre de América a un nuevo continente separado de Asia.
“No veo qué derecho tendría nadie a objetar a que se llame a esta parte, por Americus que la descubrió y que es un hombre de inteligencia, Amerigen, esto es, la Tierra de Americus, o America: ya que tanto Europa como Asia obtuvieron sus nombres de mujeres”, decía la Introductio.
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